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PANORAMA MUSICAL
Mikele Bustillo
Lo mejor de la música en 2014
Los álbumes internacionales más destacados del año pasado reunidos en un top ten
Es difícil reunir lo mejor de la música de todo un año en unas líneas, sobre todo cuando un año deja tantas cosas buenas. En una breve lista reunimos lo mejor de la música del 2014.
En primer puesto tenemos el álbum They want my soul, del grupo Spoon. Los estadounidenses sacaron su octavo disco el año pasado y dejaron claro que a pesar de llevar 21 años de carrera siguen estando en plena forma. Han añadido nuevos ingredientes a una fórmula que ya funcionaba, y los fans de siempre podrán disfrutar con temas de rock minimalista como Rent I pay, Rainy taxi o Do you.
En segundo lugar tenemos a Damon Albarn con su Everyday robots. Después de 25 años de exitosa trayectoria musical (líder de Blur, de 'Gorillaz' y de 'The Good', 'The Bad & The Queen'), el músico londinense sacó el pasado año su primer disco en solitario. La introspección del disco dificulta que se pueda entrar en él a la primera, pero después de varias escuchas se descubren en Everyday Robots momentos de una altura de la que muy pocos son capaces.
Y con el bronce encontramos Lost in the dream, de The War on Drugs. Estos chicos de Filadelfia consiguen unir mundos aparentemente distantes como los que representan Bruce Springsteen y Kurt Vile. Pero su magia reside en ese misterio, en esa hipnosis, mucho más sugerente que conquistadora. Adictivos.
Seguimos con St Vicent en el cuarto puesto. A principios de 2014 Annie Clark lanzó su órdago artístico con un álbum destinado a destacar durante todo el año. Mezcla el funk y el pop en un disco festivo.
En el quinto puesto encontramos Manipulator de Ty Segall. El, californiano ha demostrado con naturalidad y sin sonar nada pretencioso, cómo componer un álbum arrollador y divertido metiendo en su batidora a Bowie, Marc Bolan, Iggy & The Stooges y Black Sabbath.
En sexto lugar tenemos Lazaretto de Jack White. Mezclando eléctronica y melodías acústicas, White sigue a la vanguardia cuando se trata de cómo debe sonar el rock del nuevo milenio.
El séptimo lugar se encuentra la ametrallante poesía punk de Sleaford Mods, con su álbum Divide and exit. La banda sonora perfecta contra el no presente.
Encontramos Salad days, de Mac deMarco, en octavo puesto. Un disco sentimental y reflexivo que el músico canadiense ha conseguido mantener al nivel de sus dos álbumes anteriores.
En penúltimo peldaño lo ocupa Flyin Lotus con You're dead!. El productor y rapero angelino Steven Ellison hace una música imaginativa, caótica y sin límites. En este quinto disco profundiza en la inspiración del free jazz para replantear las bases del hip-hop y la electrónica.
Y por último, pero no por ello menos importante, en el décimo puesto encontramos Our Love de Caribou. Tras el genial Swim (2010), el canadiense se vuelve a alzar como el productor de culto en la electrónica de baile.